Lesson 1, Topic 1
In Progress

1.1. Introducción

Ser un joven deportista conlleva numerosos beneficios, como la forma física, el desarrollo de habilidades y el crecimiento personal. Sin embargo, compaginar las exigencias de la escuela y el deporte puede ser todo un reto. Este módulo educativo tiene como objetivo proporcionar a los deportistas estrategias para gestionar eficazmente sus horarios escolares junto con los entrenamientos, las competiciones y otros compromisos relacionados con el deporte. Los consejos que aquí se presentan se basan en investigaciones y estudios científicos realizados en el ámbito de las ciencias del deporte. A menudo resulta abrumador gestionar eficazmente los distintos aspectos de la vida. Sin embargo, con las estrategias y la planificación adecuadas, puedes lograr un equilibrio que te permita destacar tanto académica como deportivamente. En este texto educativo, exploraremos técnicas basadas en la evidencia para ayudarle a gestionar eficazmente sus horarios escolares y deportivos. Las investigaciones demuestran sistemáticamente que mantener un equilibrio entre los estudios y el deporte es crucial para el bienestar general y el éxito de los jóvenes deportistas. Los logros académicos sientan las bases para futuras oportunidades profesionales, mientras que el deporte proporciona numerosos beneficios físicos, mentales y sociales. Equilibrar ambos ámbitos favorece un desarrollo holístico y reduce el riesgo de agotamiento o de descuidar aspectos importantes de la vida.

La razón fundamental por la que los deportistas profesionales necesitan compaginar la educación y la carrera deportiva es sencilla: la existencia tras el fin de la carrera deportiva de los deportistas. Muchos deportistas están perdidos cuando necesitan terminar o después de terminar su carrera, ya que no han planificado un objetivo a largo plazo en su doble carrera, educación/empleo. El éxito en el deporte requiere un trabajo planificado y orientado a objetivos a largo plazo. Muchas horas de formación y viajes son a menudo difíciles de compaginar con las exigencias de la educación. Las directrices europeas definen la carrera dual como la armonización de los requisitos para iniciar, desarrollar y finalizar con éxito una carrera deportiva con los requisitos de la educación y/o el trabajo. Consideramos que una carrera deportiva y sus etapas de desarrollo forman parte de la trayectoria vital de una persona. Si consideramos la carrera dual desde una perspectiva más amplia, podemos decir que se refiere a la coordinación de una carrera deportiva con otras áreas importantes para un atleta en un periodo concreto de su desarrollo, como la obtención de una educación, la provisión de recursos materiales satisfactorios, la inclusión activa en la vida social, etc. Una carrera dual significa en realidad que un individuo tiene una carrera con dos pilares importantes (por ejemplo, deporte y educación/trabajo), que se desarrolla a través de etapas de desarrollo individual, entre las que hay periodos de transición. Una carrera dual es un proceso muy complejo, ya que contiene periodos de alta intensidad deportiva, periodos en los que la atención se centra más en los estudios y periodos en los que el estudiante-atleta debe coordinar ambos simultáneamente. La calidad de la coordinación de la carrera deportiva y la trayectoria educativa a través de la educación secundaria y superior no solo afecta al desarrollo personal y deportivo del atleta, sino que también afecta significativamente a su desarrollo profesional y empleabilidad durante y después de la carrera deportiva (Štrumbelj et al., 2018).

Recientemente, la investigación sobre la doble carrera se ha centrado cada vez más en el estudio de las competencias, es decir, los conocimientos, habilidades, experiencias y actitudes que los deportistas necesitan para compaginar con éxito el deporte de alto nivel y la educación. En el amplio proyecto de investigación “El oro en la educación y en el deporte de élite” (GEES), que se llevó a cabo en Eslovenia y en otros 8 países europeos, analizamos qué competencias son importantes para coordinar con éxito la escolarización y el deporte. Casi 4.200 deportistas de entre 15 y 25 años participaron en el estudio. Los resultados mostraron que, para que una carrera dual tenga éxito, los deportistas deben poseer las siguientes competencias altamente desarrolladas:

– Persistencia en los momentos difíciles y en los periodos en los que no progresas.

– Comprender la importancia del descanso y la regeneración.

– La capacidad de hacer frente al estrés en la escuela y el deporte.

– Dedicación para triunfar en el deporte y la educación.

– Confianza en tus propias capacidades para superar los retos escolares y deportivos.

– Disposición a rendirse a costa del éxito escolar y deportivo.

– Capacidad para gestionar eficazmente el tiempo.

– Capacidad para trabajar bien con el personal de apoyo en la educación y el deporte (por ejemplo, con un entrenador, o profesores…).

– Autodisciplina para hacer frente a las exigencias de la coordinación escolar y deportiva (por ejemplo, trabajo independiente sin la supervisión de otros).

– Asertividad (tener confianza en uno mismo).

La competencia en la gestión de una doble carrera también es importante para la coordinación eficaz de la escolarización y el deporte. Entre ellas se incluyen la capacidad de planificar conscientemente, la capacidad de tomar decisiones independientes en relación con la educación y una carrera deportiva, y la capacidad de priorizar lo que hay que hacer. Es importante que el deportista comprenda lo que debe hacer para tener éxito tanto en el deporte como en la escuela, así como la convicción de que la escolarización y el deporte pueden complementarse positivamente. Una de las competencias más importantes de la gestión de una doble carrera es la capacidad del deportista para adaptar a sí mismo, a sus necesidades y a sus características la forma en que conciliará las exigencias de la escuela y el deporte. Estas competencias también incluyen las habilidades de la vida cotidiana (por ejemplo, cocinar, cuidar de uno mismo y de su hogar) y la capacidad de gestionar las propias finanzas. Los resultados del estudio muestran que, para una carrera dual de éxito, las denominadas competencias I de autorregulación y resistencia al estrés. Entre ellas, la capacidad de controlar las emociones en situaciones de estrés y la capacidad de ver los fracasos y los problemas por el lado positivo. Dado que el éxito en el deporte y la educación requiere un trabajo a largo plazo, la paciencia es una de las competencias más importantes. En ambos ámbitos, es necesario fijarse objetivos alcanzables, ser capaz de evaluarlos críticamente y cambiarlos si es necesario. Ser consciente de los propios puntos fuertes, puntos débiles y capacidades es importante para tener éxito en la carrera dual. El deportista debe ser capaz de centrarse en el “aquí y ahora” e ignorar en la medida de lo posible los estímulos perturbadores del entorno.

El tercer conjunto de competencias necesarias para una coordinación eficaz de la escolarización y el deporte son las competencias sociales. Se refieren a las habilidades sociales del deportista y a sus relaciones interpersonales con los demás. Además de la ya mencionada buena cooperación con el personal de apoyo, es importante que el deportista sepa pedir consejo a la persona adecuada en el momento oportuno, comunicarse eficazmente y resolver situaciones conflictivas. La capacidad de negociar y representar los propios intereses también está relacionada con esto. La capacidad de crear y mantener buenas relaciones con la familia, los amigos y los compañeros de equipo y una buena adaptabilidad a nuevas situaciones facilitan el equilibrio entre las responsabilidades asociadas a una doble carrera. La competencia social también incluye la voluntad de aprender de los demás y de las propias experiencias pasadas.

El cuarto grupo de competencias se refiere a la planificación de la doble carrera profesional. Esto significa que un deportista debe tener una visión de hacia dónde quiere ir en la vida -durante y después de la doble carrera- y estar preparado para buscar y explorar opciones profesionales, incluidas las que están fuera del deporte. En ambas áreas, debe ser capaz de establecer objetivos alcanzables, y también debe tener preparados planes de respaldo. Es importante que el deportista sea flexible y esté preparado para cambios imprevistos. La capacidad de situar los logros deportivos y educativos en la perspectiva adecuada es también una competencia profesional dual muy importante.

La gestión del tiempo es crucial para que los jóvenes deportistas mantengan un equilibrio entre los estudios y el deporte. La investigación sugiere que las habilidades efectivas de gestión del tiempo pueden conducir a un mejor rendimiento académico y reducir los niveles de estrés (Pallant, 2019).

La comunicación abierta con tus profesores y entrenadores es vital para gestionar eficazmente tu horario. Los estudios científicos han demostrado que las relaciones positivas entre profesores y alumnos contribuyen al éxito académico (Hughes et al., 2019).